Como se expondrá en la teoría argumentativa, en línea general no encontramos textos puros, es decir, pertenecientes a una sola categoría textual; ello significa que nuestros textos argumentativos incluirán otras tipologías o serán incluidos en ellos, en diálogo continuo. Por ello, es importante aportar ciertas cuestiones básicas sobre los tipos de texto.
La descripción una herramienta discursiva que permite explicar, de manera detallada y ordenada, cómo son las personas, los animales, los escenarios, los objetos, etcétera.
Por ejemplo: descripción técnica, descripción literaria, etopeya, retrato.
El texto expositivo expresa una información o unas ideas con la intención de mostrar y de explicar o hacer
más comprensible dichas informaciones de una forma objetiva.
Por ejemplo: manuales, textos de divulgación, leyes, reseñas biográficas.

El texto argumentativo es el que tiene como fin o bien persuadir al destinatario del punto de vista que se tiene sobre un asunto, o bien convencerlo de la falsedad de una opinión previa (refutación), para lo cual le aporta determinadas razones.
Por ejemplo: artículo de opinión, reseñas, ensayos.

El texto dialogado, oral o escrito, que se reproduce entre un hablante y un oyente. Una de las formas más habituales de texto dialogado es la conversación.
Por ejemplo: entrevista, debate, chat.

Los textos instruccionales son los que dirigen, ordenan o aconsejan cómo se hace algo.
Muestran la manera de hacer algo describiendo el procedimiento necesario para conseguirlo.
Por ejemplo: recetas de cocina, reglas de juego, instrucciones de un medicamento.